viernes, 8 de noviembre de 2019

Cómo es mamá

Siempre he tomado a mi madre como modelo a seguir. La verdad, no se porqué. Ella me tuvo a mi a los 22 años, se casó a los 20... Desde pequeña he sabido que quería formar una familia y soñaba con tener novio, casarme joven y ser mamá joven. Me parecía de lo más guay. Y no se si es pronto o tarde pero mi primer novio "formal" fue a los 16, al igual que mi primer beso. Siempre pensaba que sería el elegido, pero no. Por eso me frustraba cuando, antes de los dos meses, la relación acababa. Pasaban los años y yo seguía sin un novio que durase... iba a llegar a la edad en la que mi madre se casó y no podría alcanzar mi meta. Era una perdedora...

Menuda mentalidad tenía, ahora lo sé.

También soñana con "reservarme" hasta después de la boda. Si, reiros. Se rió hasta mi madre cuando se lo dije de muy jovencita, cuando entendí lo que realmente era el sexo. También me dije a mi misma que no me iría a vivir con alguien hasta que no me casara con esa persona. Bla, bla, bla.
Os pongo en situación. Soy creyente, católica, y con el tiempo, menos practicante que antes. Creo en Dios, el bien y el mal, los valores de ser una buena persona, de no tener que rezar el padre nuestro para hablar con Dios ni tener que ir a contarle tus penas a un cura para que Dios te perdona. No creo que por ir a misa seas una buena persona ni que tengas que guardar ayuno y abstiencia los miércoles de ceniza o no comer carne los viernes de cuaresma. Por incumplir esas normas no vas a ir al infierno ni se va a derrumbar el mundo. También creo que eso de la extremaunción no es lo que mucha gente se cree que es. Me revienta que los ignorantes crean que los católicos somos unos soba-rosarios (como ya he oído) o que tenemos mil hijos... o que te puedes portar todo lo mal que quieras que con arrepentirte antes de morir ya estás salvado. NO. Eso es una soberana gil.....yez.

También respeto que todos tengan sus ideas, creencias distintas a las mías, o ausencia de ellas. En fin, a lo que iba.

Con el tema de perder la virginidad, quería hacerlo con el chico especial, el que durara toda la vida (y soñaba que mi primera vez con él también fuera la primera de él conmigo). Pero no. Ahora lo lamento. Perdí la virginidad a los 18, casi 19, con un chico 4 años mayor que yo y que no era virgen, y todo porque había gente de mi clase en el instituto que se reía de mí por ser aún virgen. Presión social.

Ahí ya se fue al garete mi idea de virgen al matrimonio... Y por cierto, este chico me dejó a los dos meses y mandandome un míserp mensaje. Qué maduro... Pensaba que tenía una maldición con eso de los dos meses.

En resumen, me he acostado con 4 chicos en toda mi vida. El último, mi marido. Y la verdad, me parecen demasiados. Sé de sobras que no lo son pero... a mi me sobran tres la verdad. No creo en el tema de sexo y ya, sexo para quitarte el estrés o en el concepto de "follamigos". Yo creo en el concepto de "hacer el amor" y, por lo tanto en el sexo con sentimientos. Ridículo, tal vez, pero soy así. A los 22 años empecé a salir con mi marido, nos fuimos a vivir a los 6 meses de salir (adiós a lo de irme a vivir con alguién después del matrimonio, y ya van dos), tuve a mi primera hija a los 25, el segundo a los 28, me casé a los 29, embarazada de 5 meses, con lo cual, a los 29 tuve a la tercera y el cuarto lo tuve a los 31. Adiós a lo de tener hijos dentro del matrimonio, ya van tres. Hija, te estás luciendo. Lo que sí que tenía claro es que me casaría por la iglesia, y lo conseguí. Algo es algo, aunque mi matrimonio fue por "disparidad de cultos". Es algo que muchos no conocen. Se utiliza cuando un católico se quiere casar por lo religioso con alguien de otra religión, o simplemente que no esté bautizado, cosa que fue nuesro caso. Mi marido es ateo, no cree en nada ni está bautizado pero respeta mis creencias y no le importó casarse por la iglesia por mí. No teníamos claro si iba a arder en llamas al pisar "suelo sagrado" pero correríamos ese riesgo.

En fin, no digas de este agua no beberé... porque beberás. Según las viejas creencias, ya estaría condenada a arder en el infierno pero... creo que no soy mala persona, sólo se dieron diversas situaciones en las que tuve que tomar decisiones, acertadas o no... pero al fin y al cabo, esa es mi vida. Ya me conocéis un poquito mejor. Más adelante os iré contando más acontecimientos de mi vida, con más detalle.